Este procedimiento de extracción de coágulos parece ser seguro en pacientes embarazadas que han padecido un ataque cerebral

Por Michael Merschel, ·¬ÇÑÊÓƵ News

John Paul Armstrong/The Image Bank, Getty Images
(John Paul Armstrong/The Image Bank, Getty Images)

Read in English

Extraer físicamente un coágulo sanguíneo en el cerebro es un tratamiento seguro y eficaz para mujeres embarazadas con ataque cerebral, sugiere en un nuevo estudio.

Los derrames cerebrovasculares durante el embarazo son poco frecuentes, pero el riesgo de padecerlos aumenta durante la gestación y hasta 12 semanas después del parto, el periodo de posparto.

El tipo más común es el ataque cerebral isquémico, en el que un coágulo bloquea el flujo sanguíneo del cerebro. La trombectomía mecánica – con la cual un cirujano introduce un catéter a través de una arteria para eliminar un coágulo grande – se convirtió en un tratamiento estándar en 2015 tras una serie de estudios determinantes.

"Lamentablemente, a las pacientes embarazadas y en posparto se les excluye de manera sistemática de muchos ensayos clínicos", dijo el Dr. Fawaz Al-Mufti, autor principal del nuevo estudio publicado el lunes en la revista de la ·¬ÇÑÊÓƵ.

La rareza de este tipo de ataques cerebrales también supone un reto para los investigadores, ya que se calcula que ocurren entre 1.5 y 67.1 ataques cerebrovasculares por cada 100,000 partos, es decir, tan solo en un 0.0015% de las embarazadas.

Por ese motivo, Al-Mufti, director asociado de neurología para la investigación del New York Medical College de Valhalla, y su equipo, recurrieron a estadísticas más amplias. Utilizaron una base de datos llamada Muestra Nacional de Pacientes Internos para identificar a 52,825 mujeres que estuvieron hospitalizadas con ataques cerebrales entre 2012 y 2018. De esas mujeres, 4,590 estaban embarazadas o acababan de dar a luz. De ese grupo, 180 recibieron tratamiento con trombectomía mecánica.

El estudio comparó en primer lugar a esas 180 mujeres (embarazadas o en posparto) con 48,055 mujeres no embarazadas que también se sometieron a una trombectomía mecánica. Después del procedimiento, el grupo de embarazadas tuvo menos probabilidades de sufrir una peligrosa hemorragia dentro del cráneo, lo que se denominada hemorragia intracraneal.

Las mujeres embarazadas/en posparto también tuvieron mejores resultados en general después de la trombectomía. La mitad de ellas fueron dadas de alta teniendo una discapacidad entre moderada y grave, comparadas con casi las tres cuartas partes del grupo de mujeres no embarazadas. Ninguna murió en el hospital, mientras que el grupo de no embarazadas tuvo una tasa de fallecimiento del 14%.

Las embarazadas solían ser más jóvenes, con una edad promedio de 33 años comparada con los 71 años del grupo de no embarazadas que tuvo un mayor número de participantes. Aún así, las mujeres embarazadas tuvieron probabilidades más altas de sufrir ataques cerebrales más graves.

Al-Mufti indicó que en el estudio también se llevó a cabo una comparación entre las mujeres embarazadas a quienes se les practicó una trombectomía mecánica, y 4,410 mujeres embarazadas o en posparto que recibieron tratamiento médico para su derrame cerebrovascular, por ejemplo, con medicamentos para disolver coágulos. Dicho análisis consistió en formar pares selectos de mujeres con situaciones lo más parecidas posibles, aunque los investigadores dijeron que no tuvieron información sobre la raza de las participantes.

En la comparación, ambos grupos tuvieron factores similares en cuanto a las tasas de hemorragia intracraneal y las complicaciones posteriores al parto, así como en relación con sus capacidades de funcionamiento al salir del hospital. Las complicaciones en el embarazo fueron menos frecuentes después de una trombectomía mecánica que después de un tratamiento médico (44% comparadas con 64%), y ninguna mujer del grupo de trombectomía padeció un aborto espontáneo.

El grupo que recibió la trombectomía mecánica tuvo una mayor tasa de coágulos peligrosos en venas grandes, a menudo en las piernas (denominada trombosis venosa profunda); o, en los pulmones (llamada embolia pulmonar).

Al-Mufti dijo que eso podría deberse a que esas pacientes permanecen más tiempo internadas en el hospital, y la inmovilidad puede provocar esa coagulación. También añadió que podría ser que las mujeres de ese grupo estaban predispuestas a una coagulación intensa y a ataques cerebrovasculares más graves. "No creo que haya habido causalidad en este caso, simplemente una correlación".

La Dra. Sadiya S. Khan, profesora adjunta de medicina y medicina preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en Chicago, dijo que el estudio demuestra la importancia de llevar a cabo investigaciones relativas a mujeres embarazadas y en periodo de posparto.

Khan, que no participó en el estudio, dijo que el embarazo somete a los cuerpos de las mujeres a una gran tensión, haciéndolas más propensas a los coágulos de sangre y a la inflamación, lo que podría provocar ataques cerebrales. Sin embargo, los médicos no siempre disponen de datos sólidos para orientar su tratamiento porque "puede ser arriesgado incluir a las embarazadas en la investigación en debido a las inquietudes relacionadas con la seguridad tanto de la mujer como del feto", dijo. "No obstante, también es injusto excluirlas sistemáticamente de toda investigación cuando la información es necesaria para ellas".

El estudio tuvo límites, dijo Khan. Las tasas de los ataques cerebrales difieren entre grupos raciales y étnicos; por ejemplo, el riesgo de tener un ataque cerebral es mayor en la población de raza negra que en la blanca. En este sentido, los estudios deben incluir la raza y otras determinantes sociales de la salud si están disponibles. Al-Mufti dijo que el estudio tuvo información de tipo racial, pero que fue imposible controlar los datos acertadamente en los análisis por carecer de ciertas entradas de tipo racial.

Khan dijo que también sería útil observar la información relacionada con las condiciones que elevan la presión arterial, como la preeclampsia, que puede aumentar el riesgo de ataque cerebral en una mujer embarazada.

Dejando a un lado las limitaciones, agregó, el estudio ofrece indicaciones útiles de que, en el caso de las mujeres embarazadas y en posparto, "sería seguro proceder con una trombectomía mecánica, misma que podría ofrecer el mejor resultado a largo plazo".

Los investigadores reconocieron que se necesitarían diferentes tipos de estudios para validar sus hallazgos, pero que la rareza del problema hace improbable que estos se lleven a cabo.

Al-Mufti dijo que el estudio sugiere que las pacientes embarazadas que sufren un ataque cerebral deben ser vigiladas cuidadosamente para detectar coágulos de sangre durante su recuperación. Asimismo, y en lo general, indica que los médicos no deben desconfiar del uso de la trombectomía mecánica en mujeres embarazadas. "Todo lo contrario, la terapia endovascular puede ser muy eficaz y muy útil para este grupo de pacientes".

Si tiene una pregunta o un comentario sobre este artículo, por favor mande un correo electrónico a [email protected].


·¬ÇÑÊÓƵ News Stories

·¬ÇÑÊÓƵ News covers heart disease, stroke and related health issues. Not all views expressed in ·¬ÇÑÊÓƵ News stories reflect the official position of the ·¬ÇÑÊÓƵ. Statements, conclusions, accuracy and reliability of studies published in ·¬ÇÑÊÓƵ scientific journals or presented at ·¬ÇÑÊÓƵ scientific meetings are solely those of the study authors and do not necessarily reflect the ·¬ÇÑÊÓƵ’s official guidance, policies or positions.

Copyright is owned or held by the ·¬ÇÑÊÓƵ., and all rights are reserved. Permission is granted, at no cost and without need for further request, for individuals, media outlets, and non-commercial education and awareness efforts to link to, quote, excerpt from or reprint these stories in any medium as long as no text is altered and proper attribution is made to ·¬ÇÑÊÓƵ News.

Other uses, including educational products or services sold for profit, must comply with the ·¬ÇÑÊÓƵ’s Copyright Permission Guidelines. See full terms of use. These stories may not be used to promote or endorse a commercial product or service.

HEALTH CARE DISCLAIMER: This site and its services do not constitute the practice of medical advice, diagnosis or treatment. Always talk to your health care provider for diagnosis and treatment, including your specific medical needs. If you have or suspect that you have a medical problem or condition, please contact a qualified health care professional immediately. If you are in the United States and experiencing a medical emergency, call 911 or call for emergency medical help immediately.