El riesgo de inflamación cardíaca sigue siendo raro tras la tercera dosis de la vacuna contra COVID-19

Por Michael Merschel, ·¬ÇÑÊÓƵ News

Luis Alvarez/DigitalVision a través de Getty Images
(Luis Alvarez/DigitalVision a través de Getty Images)

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Una tercera dosis de las vacunas de Moderna o Pfizer contra el COVID-19 no representa más riesgo de inflamación del corazón que la segunda dosis, sugiere un extenso estudio. Las conclusiones podrían ayudar a disipar las preocupaciones sobre un aumento del riesgo con cada dosis adicional.

Los casos fueron raros. La mayoría aparecieron antes de transcurridos siete días luego de la vacunación y los pacientes se recuperaron, encontró el estudio, que será presentado el sábado durante la conferencia Scientific Sessions de la ·¬ÇÑÊÓƵ en Chicago. se considera preliminares hasta que se publiquen los resultados completos en una revista evaluada por colegas.

Los investigadores examinaron los expedientes de salud de millones de habitantes del sur de California para determinar si la tercera dosis de las vacunas, que usan para activar las defensas del cuerpo contra el coronavirus, estaba vinculada a la miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco.

"Es una cuestión importante porque, ya que se están recomendando dosis adicionales de las vacunas mRNA contra el COVID-19, es esencial monitorear la seguridad de las mismas", dijo la Dra. Mingsum Lee, la investigadora principal del estudio y cardióloga del Kaiser Permanente Los Angeles Medical Center.

La miocarditis se ha considerado como un posible efecto secundario, raro pero grave, de las vacunas contra el COVID-19, con más frecuencia luego de una segunda dosis que después de la primera, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Lee y sus colegas revisaron los registros de adultos que fueron parte del plan de salud de Kaiser Permanente Southern California y que recibieron al menos una dosis de la vacuna entre el 14 de diciembre de 2020 y el 18 de febrero de 2022, antes de que estuvieran disponibles las formulaciones de refuerzo "bivalentes" actualizadas. La edad media de los estudiados fue de 47 años. Cerca del 54% de los estudiados eran mujeres; el 39% eran hispanos; el 30% eran blancos; el 13% eran asiáticos; y el 7% eran negros.

Los investigadores buscaron entre los expedientes médicos por personas hospitalizadas debido a miocarditis antes de transcurridos 21 días luego de recibir la vacuna de Pfizer o Moderna.

Entre los más de 3 millones de miembros que recibieron la primera dosis, seis personas fueron hospitalizadas por miocarditis. Entre los 2.9 millones que recibieron una segunda dosis, 26 desarrollaron miocarditis que requirió hospitalización; de esos, 21 casos ocurrieron antes de transcurridos siete días. Entre los 1.4 millones que recibieron una tercera dosis, nueve fueron hospitalizados por miocarditis y siete de estos casos se presentaron antes de transcurrida una semana.

En comparación con lo que se hubiera esperado en la misma población durante un período de un año antes de la pandemia, la incidencia de miocarditis fue cuatro veces mayor después de la segunda dosis y 2.6 veces mayor después de la tercera dosis.

Pero de forma general, la miocarditis fue una ocurrencia rara, la mayoría de los casos fueron moderados y los síntomas se solucionaron sin intervención extensa, dijo Lee, quien también es investigadora clínica del departamento de investigación y evaluación de Kaiser Permanente Southern California.

Ocho de los nueve casos de miocarditis tras la tercera dosis se presentaron en hombres, y cinco en personas entre 18 y 40 años de edad. Los estudios previos han mostrado un mayor riesgo de miocarditis luego de la vacunación en adolescentes y hombres jóvenes.

Lee dijo que tales riesgos deben mantenerse en su contexto, dado que otros estudios han mostrado que el riesgo de miocarditis es mucho más elevado después de una infección de COVID-19 que después de la vacunación.

El epidemiólogo Howard Sesso, profesor asociado de medicina en la división de medicina preventiva de Brigham and Women's Hospital en Boston, estuvo de acuerdo. "Esto no debe alterar la decisión de una persona sobre si recibir o no la vacuna o la dosis de refuerzo. Los beneficios todavía superan con creces cualquier pequeño riesgo potencial como este", dijo él.

Además de la miocarditis, el COVID-19 aumenta el riesgo de , y ha causado la muerte de más de un millón de personas en Estados Unidos.

Los que las personas mayores de 5 años reciban una dosis de refuerzo bivalente si han transcurrido al menos dos meses desde su última dosis de la vacuna contra el COVID-19.

Sesso, quien no participó en el nuevo estudio, dijo que su aprovechamiento a gran escala de los registros de salud electrónicos fue impresionante. Aunque los resultados no fueron sorprendentes, dijo él, "son conclusiones importantes e indicativas que necesitan repetirse" y a las que hay que dar seguimiento.

Incluso un estudio a gran escala se enfrenta a desafíos al extraer información tan sutil como una posible relación con la miocarditis, dijo él, y este tipo de investigación solo puede mostrar correlación, no causa y efecto.

Se necesitan más investigaciones sobre las posibles explicaciones biológicas detrás de cualquier conexión, dijo Sesso. Y a ese fin, él estaría interesado en ver más datos y análisis que comparen a las personas en este estudio que desarrollaron miocarditis con aquellas que no tuvieron este problema.

Los investigadores señalaron algunas de las limitaciones de su trabajo, incluida la posibilidad de que se hayan pasado por alto algunos casos de miocarditis si las personas no buscaron atención en un hospital.

Será necesaria más investigación a medida que continúen evolucionando las recomendaciones sobre el coronavirus y las vacunas, dijo Lee. Algunas personas ya van por su quinta dosis.

"El monitoreo de la seguridad relacionada con dosis adicionales de la vacuna será importante", dijo ella.

Nota del editor: Debido a los eventos en rápida evolución que rodean el coronavirus, los hechos y consejos presentados en esta historia pueden haber cambiado desde su publicación. Visite Heart.org para obtener la información más reciente y consulte con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los funcionarios de salud locales para obtener la orientación más reciente.

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