RÁPIDO intenta ayudar a los hispanohablantes a reconocer prontamente los signos de un derrame cerebral
Por Lourdes Medrano, ·¬ÇÑÊÓƵ News
Norma Hernández se estaba preparando para un ensayo del coro en una iglesia cuando alguien llegó en busca de ayuda. Otro feligrés, amigo de ella, se había enfermado.
Hernández corrió hacia su amigo y lo encontró desplomado en una silla, con su esposa a su lado. Se veía cansado y pálido, recordó Hernández, una trabajadora de salud comunitaria certificada en Fort Worth, Texas. "Yo le hablaba y al mismo tiempo lo evaluaba", dijo ella. "Pero entre más preguntas le hacía, más pensaba que algo no estaba bien".
Cuando Hernández le preguntó qué día era, las palabras salieron de su boca lentas e incomprensibles. Ella identificó su dificultad para hablar como un signo de un ataque o derrame cerebral. Le dijo a la esposa de su amigo que llamara al 911, y pronto después, su amigo iba rumbo al hospital.
Los médicos descubrieron que una obstrucción en el cerebro de su amigo había causado un miniderrame cerebral, dijo Hernández. Un miniderrame cerebral, también conocido como un ataque isquémico transitorio, ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe temporalmente debido a una obstrucción en una arteria. Un , por sus siglas en inglés, tal vez no cause daño permanente, pero puede ser una señal de un posible ataque o derrame cerebral más grave en el futuro.
Hernández dijo que su amigo se recuperó, y que pudo evitar un derrame cerebral total.
Reconocer los signos de un ataque o derrame cerebral y actuar rápidamente para buscar tratamiento, como hizo Hernández, son clave para sobrevivir un derrame cerebral, dicen los expertos médicos. Es un mensaje que está destinado a tener eco mediante FAST, un acrónimo en inglés promocionado desde hace tiempo por la American Stroke Association (ASA) para ayudar a las personas a recordar los signos de un derrame cerebral: Rostro caído, Pérdida de la fuerza en un brazo, Dificultad para hablar, Llamar al 911.
Pero para las personas que solo hablan español, FAST no se traduce tan bien. Así que, en el 2021, los investigadores de UTHealth Houston dieron a conocer datos sobre un nuevo acrónimo en ese idioma. Pronto comenzaron una colaboración con la ASA para refinarlo más. Llamado , el acrónimo quiere decir: Rostro caído, Alteración del equilibrio, Pérdida de la fuerza en el brazo o una pierna, Impedimento visual repentino, Dificultad para hablar, Obtén ayuda y llama al 911.
Solo el 58% de los adultos hispanos en Estados Unidos pueden reconocer los signos de un ataque o derrame cerebral, en comparación con el 64% de los adultos negros y el 71% de los adultos blancos, según un informe de los que se basa en una encuesta del 2017. El Dr. José Biller, profesor que ocupa la cátedra de neurología en la Facultad de Medicina Stritch de Loyola University Chicago, dijo que RÁPIDO es una herramienta adaptada culturalmente que puede aumentar la concientización sobre el derrame cerebral en las poblaciones hispanas con una alta carga de derrames cerebrales. "Y debido al sentido de urgencia de un derrame cerebral, cada segundo cuenta", dijo él.
El ataque o derrame cerebral es la quinta principal causa de muerte en Estados Unidos. Es la tercera causa de muerte para las mujeres hispanas y la cuarta para los hombres hispanos. Además, dijo Biller, la edad promedio para los derrames cerebrales entre los hispanos es de 67 años, pero para las personas blancas no hispanas es de 80 años.
La investigación también muestra que las personas hispanas tienen una mayor probabilidad desproporcionada de desarrollar presión arterial alta, diabetes y obesidad, que son factores de riesgo de derrame cerebral. Los determinantes sociales de la salud, como acceso a atención médica de calidad, barreras lingüísticas y nivel educacional, también pueden influir sobre el riesgo de derrame cerebral. "Debemos seguir siendo sensibles ante estos problemas porque pueden afectar nuestra salud", dijo Biller.
El Dr. Fernando Testai, director de neurología vascular y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Illinois en Chicago, dijo que la investigación ha demostrado el papel clave que desempeñan los factores socioculturales en las tasas más altas de derrame cerebral entre la población hispana y latina. En opinión de Testai, el limitado dominio del idioma inglés se interpone como una barrera ante la atención equitativa y sistemáticamente se le relaciona con resultados adversos de los derrames cerebrales.
"Por consiguiente, el desarrollo de herramientas eficaces y culturalmente sensibles para la identificación de los derrames cerebrales constituye un importante paso de avance hacia nuestro objetivo de salvar las importantes brechas en la calidad que se observan en la atención de los derrames cerebrales", dijo Testai, quien usa RÁPIDO para educar a sus pacientes hispanohablantes sobre los derrames cerebrales.
Según las estadísticas de la ·¬ÇÑÊÓƵ, unos 9.4 millones de adultos en Estados Unidos –el 3.3% de la población en el 2020– informan haber tenido un derrame cerebral. Se espera que entre el 2012 y el 2030, el mayor aumento en la prevalencia de los derrames cerebrales ocurra entre los hombres hispanos.
Biller, quien contribuyó a desarrollar RÁPIDO, dijo que confía en que el acrónimo se convertirá en algo habitual en los sistemas hospitalarios, clínicas de salud y organizaciones comunitarias en regiones con poblaciones hispanohablantes para ayudar a mejorar los resultados de los derrames cerebrales entre la gente hispana. Los muestran que en Estados Unidos se habla español en el 13% de los hogares.
Hernández, la trabajadora de la salud comunitaria, dijo que la experiencia con el miniderrame cerebral de su amigo le ha servido de inspiración para mostrar pósteres y otros materiales sobre RÁPIDO en las ferias de salud de la iglesia y en otros lugares. "Se necesita más educación sobre los síntomas del derrame cerebral en la comunidad hispanohablante", dijo ella. "Será una buena forma de llamar más la atención hacia el derrame cerebral".