Por qué comer frutas y verduras en temporada puede ser un deleite saludable
Por Michael Merschel, ·¬ÇÑÊÓƵ News
Un supermercado puede ser un lugar complicado para estar en sincronía con las temporadas. Y no hablamos de esas decoraciones de Halloween que aparecen en agosto. Es que, en la sección de productos agrícolas, muchas frutas y verduras están disponibles todo el año, y las que no lo están posiblemente se puedan encontrar en el pasillo de alimentos congelados.
Tal abundancia difícilmente sea un problema. Pero consumir los productos en temporada tiene ventajas, dicen los nutriólogos. Aquí brindamos, recién cosechadas, algunas de sus reflexiones sobre cómo y por qué podrías disfrutar haciendo esto.
Es un asunto de sabor
Vayamos directo al grano, o a la pulpa en este caso: las frutas y verduras en temporada son deliciosas.
"Hablando desde mi experiencia personal, he encontrado que el sabor y la calidad nutritiva de ciertos alimentos pueden variar considerablemente dependiendo de si están o no en temporada", dijo Wendy López, nutrióloga dietista certificada y cofundadora de un servicio virtual de asesoría sobre nutrición relacionada con la diabetes en la región del Valle del Hudson, en Nueva York.
Ella describe los tomates en temporada, cosechados en el verano, como "increíblemente suculentos, dulces y jugosos". Pero los tomates fuera de temporada, que a menudo se cultivan en invernaderos o se importan, "pueden ser bastante insípidos y aguados porque se cosechan antes de que estén totalmente maduros".
Las manzanas de otoño tienden a ser más jugosas y sabrosas porque se cosechan en su punto de mayor madurez, dijo López. "En contraste, las manzanas que se han mantenido refrigeradas durante varios meses pueden perder algo de su textura crujiente y dulzor natural; su consistencia puede volverse harinosa".
Un festín para los ojos
Hay ocasiones en las que puedes apreciar la diferencia entre una fruta que está en temporada y otra que no lo está, dijo Annie Cavalier, nutricionista dietética certificada en Dallas. Piensa en esas favoritas tradicionales del verano: las fresas. Fuera de temporada "no van a ser muy dulces. Pero más aún, cuando muerdes una, encuentras que está muy blanca adentro".
Una fresa madura en temporada "será mucho más dulce" y totalmente roja. Esos pigmentos se corresponden con un contenido más alto de antioxidantes, dijo ella. "Así que, cuando tienes esas frutas y verduras con colores y sabores más intensos, eso generalmente significa que también tienen un mayor contenido de nutrientes".
Una ventaja nutricional
De forma general, dijo Cavalier, "comer directamente de la granja o del huerto ayuda a asegurar que recibas la mayor cantidad de nutrientes en ese alimento".
Eso se debe a que, una vez que la fruta se cosecha, su contenido nutritivo puede disminuir, dijo López, y mientras más tiempo transcurre entre la cosecha y el consumo, mayor es la posible pérdida de vitaminas y antioxidantes. "Las vitaminas, en especial la vitamina C, se degradan durante el almacenamiento, lo cual significa que las manzanas que se han conservado durante varios meses pueden tener niveles más bajos de ciertos nutrientes en comparación con las recién cosechadas", dijo ella.
Los alimentos congelados son nutricionalmente equivalentes a los frescos y en temporada, dijo Cavalier. Los productores de alimentos "aplican congelación rápida casi inmediatamente después de la cosecha de los productos agrícolas, que de esta forma conservan muchos de los nutrientes".
A pesar de que la congelación puede cambiar la textura de un alimento, también es cierto que en ocasiones esto no tiene importancia, dijo ella. "Va a depender de la forma en que lo consumas, por ejemplo, si lo preparas como ingrediente de una sopa, salteado en una sartén o en alguna otra forma similar, tal vez ni lo notes".
Aun así, hay que hacer concesiones, dijo López. "Hay frutas, como las fresas y los duraznos, o melocotones, que al descongelarse quizás no retengan la misma textura crujiente o jugosidad que sus contrapartes frescas".
Y comer en temporada también proporciona varias ventajas nutritivas indirectas, dijo Cavalier. Si tu dieta cambia con la temporada, esto "asegura que estás comiendo una gama más amplia de esas frutas y verduras, lo cual a su vez significa que estas recibiendo una variedad más extensa de nutrientes".
Cuestiones de dinero y acceso
En su mayor parte, dijo Cavalier, los alimentos estacionales pueden ser más baratos, gracias a las leyes de oferta y demanda: si un alimento está en temporada, los proveedores tendrán más cantidad del mismo y los precios deben ser más bajos. "En cambio, si es un alimento que no está en temporada, no solo tendrán menor cantidad, sino que también tendrán que transportarlo desde lejos", dijo ella. "Entonces, estarás pagando por todos esos costos por transportación y por refrigeración, todas esas cosas que realmente suman y pueden hacer que los alimentos fuera de temporada sean más caros".
Algunos supermercados tienen contratos que mantienen los precios constantes todo el año, dijo ella, pero en un mercado agrícola local, "sin dudas vas a ahorrar más dinero" si compras en temporada.
Son muchos los factores que influyen sobre la disponibilidad de los alimentos de temporada, dijo López, y el acceso a los mismos no es equitativo. Pero con enfoques innovadores se puede abordar ese problema.
Por ejemplo, algunas regiones participan en programas agrícolas apoyados por la comunidad para conectar a los consumidores directamente con los agricultores locales, dijo ella. Los mercados móviles que operan desde camiones, camionetas o autobuses pueden llegar hasta vecindarios que tienen pocas tiendas de comestibles.
Y existen programas por todo el país, como Health Bucks, de la ciudad de Nueva York, que proporciona vales que igualan los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP por sus siglas en inglés, usados en mercados participantes, dijo ella, "esto aumenta el poder adquisitivo de las familias de bajos ingresos y contribuye a un sistema alimenticio más saludable y justo".
En un trabajo previo con el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, López hacía demostraciones culinarias en mercados agrícolas del Bronx. "La comunidad participaba en la incorporación de productos agrícolas locales y de temporada en formas que eran culturalmente relevantes", dijo ella, se brindaba educación sobre nutrición y se ayudaba a crear un sentido de comunidad "ya que la gente se reunía para aprender y compartir acerca de las comidas con las que crecieron".
Cómo saber qué está en temporada
Tanto López como Cavalier recomiendan , una aplicación y sitio web de GRACE Communication Foundation que se nutre de diversas fuentes para ofrecer un vistazo, estado por estado, de lo que está en temporada.
Ambas dicen que si visitas los mercados de agricultores locales puedes saber qué está en temporada, y esto es algo que también puede rendir frutos de otras maneras.
"Hablar con los agricultores locales también puede ser muy útil, porque ellos saben exactamente qué se cosecha en un momento determinado", dijo Cavalier. De hecho, hablando con los vendedores, ella ha descubierto sabrosas variedades tradicionales. "Ellos me presentan algo que no he probado antes, y la mayoría de las veces, es absolutamente delicioso".
Son importantes en cualquier forma
En temporada o fuera de ella, frescas o congeladas, las frutas y las verduras son parte de un patrón de alimentación saludable.
"Las frutas y verduras serán algunos de los alimentos más cargados de nutrientes que tendrás en tu dieta", dijo Cavalier. Las recomiendan que los adultos coman de 1.5 a 2 tazas de frutas y de 3 a 4 tazas de verduras al día. Una dieta rica en alimentos de origen vegetal puede reducir el riesgo de ataque cardíaco y de otros tipos de enfermedad cardiovascular.
"Si la alimentación de temporada no es una opción para ti, lo más importante es que te asegures de que comes esas frutas y verduras", dijo Cavalier.
Pero si fuera una opción, consumir productos agrícolas frescos en temporada definitivamente cae en la categoría de cosas que son buenas para ti y que realmente vale la pena esperar con ansiedad. Solo asegúrate de almacenar correctamente los productos frescos. Por ejemplo, coloca ciruelas y duraznos en una bolsa de papel para que maduren, luego muévelos al refrigerador para que duren unos días más.
"Entre mis frutas preferidas del verano están los duraznos, que rezuman dulzor y fragancia cuando están perfectamente maduros", dijo López. Ella también tiene recetas que usan flores de calabaza.
Los mercados de agricultores locales han ayudado a que Cavalier descubra nuevas y sabrosas variedades de verduras para las ensaladas. A ella le entusiasma la llegada de "todas las frutas con hueso, como albaricoques, melocotones, ciruelas y cerezas. Pienso que todos esos tipos de frutas son mejores, mucho mejores, cuando están en temporada".